
En una sola sesión de yoga facial se puede conseguir una cara más tersa, feliz y relajada. Las sesiones son por lo general un combinado de ejercicios de respiración y relajación, muecas y gestos exagerados, junto a sonrisas y carcajadas.
Muchos alumnos de las clases de yoga facial resaltan que después de pasar un largo rato poniendo caras raras, riéndose y haciendo todo tipo de muecas, salen con una expresión casi de niño que acaba de hacer una travesura.
Los seguidores del yoga facial sostienen también que estos ejercicios cambian su actitud vital. El yoga es una técnica –y también una filosofía- milenaria que persigue el bienestar integral de la persona.
El yoga facial sigue prácticamente los mismos principios que otras ramas del yoga: respiración, relajación, ejercicios para todos los músculos y conciencia del propio cuerpo.
La práctica del yoga anima asimismo a llevar una tipo vida más saludable y a prestar más atención al diálogo entre mente y cuerpo. Todo esto se traduce en un mayor bienestar y, por supuesto, en un mejor aspecto.
Algunos especialistas en yoga facial utilizan esta técnica para ayudar a las personas con parálisis parcial del rostro y otros problemas de movilidad en la cara.
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