martes, 9 de diciembre de 2008

¿Delgada línea entre el amor y el odio?

Suele decirse que del amor al odio hay un solo paso y ahora los científicos creen saber por qué.

Controles cerebrales en personas demostraron que las imágenes de los individuos que odiaban revelaban un patrón de actividad cerebral que se producía en parte en áreas también activadas por el amor romántico, "Nuestros resultados muestran que hay un patrón único de actividad en el cerebro en el contexto del odio"
Los controles cerebrales identificaron un patrón de actividad en diferentes zonas del cerebro que los investigadores llamaron "circuito del odio", que se activaba cuando las personas veían las fotos de quienes despreciaban.
El denominado circuito del odio incluye estructuras en la corteza y la subcorteza cerebral y representó un patrón distinto al de emociones como el temor, el miedo y el enojo, Una parte del cerebro que se activó fue una zona considerada crucial a la hora de predecir las acciones de otras personas, algo que resultaría clave cuando se confronta con alguien odiado, indicaron los expertos.
También se produjo actividad cerebral en el putamen y la ínsula, dos áreas que se activan cuando las personas observaban los rostros de una persona amada. Los científicos han relacionado las regiones con la acción agresiva y las situaciones angustiantes, Pero hubo, a la vez, diferencias importantes. Una mayor parte de la corteza cerebral, una zona relacionada con el juicio y el razonamiento, se desactiva con el amor, en comparación con el odio.
Aunque ambas emociones son pasiones muy demandantes, sucedería que las personas enamoradas suelen ser menos críticas y juiciosas con sus parejas pero necesitan mantener su atención cuando lidian con un rival odiado, explicaron los autores.

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