
Viven en 22 asentamientos en EE.UU. y en Ontario, Canadá. Entre sus principios está no usar gas, electricidad, agua corriente ni con ninguna clase de artefactos modernos (teléfono, radio, TV.) Hablan tres idiomas: un dialécto del alemán, alemán culto e inglés.
La cocina es el centro del hogar, es donde se reúne la familia y donde pasan las cosas más importantes. Las casas normalmente son de madera y están adornadas con plantas, alfarerías o telas y jardines que parecen de cuentos. Debido a su respeto por las citas bíblicas, no tienen ningún tipo de imágenes en las casas. Y esta costumbre se aplica también a las fotos. No usan cámaras y en todo momento evitan ser fotografiados.
Sus niños van a las escuelas primarias para aprender a leer y comprender matemáticas. Los niños entre 14 y 16 años tienen que estudiar la biblia y aprender a trabajar en las fincas. Ellos creen que mandar a sus niños a la escuela secundaria interferirá con su religión.
Se caracterizan por tener barba larga sin bigote y sombrero de paja. Al casarse dejan de afeitarse la barba para demostrar que son hombres de familia. Los hombres visten siempre pantalones, chaqueta negra, camisa azul, gris o blanca con zapatos negros y sombrero de paja que se sacan sólo adentro de sus casas.
Las mujeres hacen la ropa de los hombres, sus propios vestidos y los de sus hijas, además de todos los enseres del hogar. Lo único que no hacen es el traje de domingo de los hombres. De eso se encarga un sastre profesional. Las mujeres solo tienen cuatro vestidos (uno para el domingo, uno para salir, uno para trabajar y uno de recambio). un poco debajo de la rodilla, un delantal negro tomado de la cintura, una capelina atando el pelo, que nunca cortan, y zapatos o zapatillas negras. A la granja van descalzas. Las mujeres demuestran su estado civil usando un pañuelo negro en la cabeza si son casadas, o blanco si todavía están a la espera de un candidato.
Cuando una pareja joven se casa, recibe de la familia del novio la granja, y de la familia de la novia, el ganado y los muebles. La filosofía de los Amish predica la utilización de lo necesario, de lo que prevee la familia y del culto a la humildad.
A pesar de utilizar caballos y sistemas anticuados para trabajar la tierra, sus campos son tremendamente productivos. Pero tal vez sean más productivos simplemente por su sentido de solidaridad.
Son personas simples, transparentes, pacíficos, agradables y tremendamente solidarios es increíble como pueden llevar adelante sus vidas sin las "comodidades modernas". En sus miradas se ve reflejada la felicidad y la paz que representa para ellos vivir en una sociedad así.

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